Hace una semana planté semillas de lechuga romana en estos semilleros de fabricación casera y hace dos días empezaron a salir pequeñas hojas que en un futuro nos comeremos.
Tapé los semilleros con plástico de envolver bocatas haciéndoles unos pequeños agujeros para que respirasen. Los tengo dentro de casa al lado de un balcón con mucha luz.
Según he leido, si las semillas de lechuga son blancas no hay que meterlas al fondo de la tierra, sino dejarlas en la superficie presionando con el dedo para que les de bien la luz.
...Yo también necesitaría que me diera la luz natural en el trabajo para pensar mejor y que germinase algo más interesante en mi cabeza durante esas horas...
Tienen tanta suerte estas lechugas!!!
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me has convencido, voy a cultivar en mi balcón...
ResponderEliminarClaro que sí escarola!!!
ResponderEliminar¿Sabes qué gusto nos puede dar hacernos una ensalada con nombre propio?
un abrazo
hola guapa! no esperaba nada menos de ti!!
ResponderEliminarme vienen muy bien esta serie de conocimientos agrícolas porque me acabo de trasladar a un pisito en el Raval con un balcón donde pienso plantar de todo!! así que por favor, no me decepciones!
Un beso a ti! y otro a Vicent!
Lamento lo de tu disco (duro). A ver si esta nueva aventura la desarrollas con el mismo afan que la musical y pronto brotan nuevas notas en tu jardin que con su sonido... ¿nos llenen la barriga? ... Bueno,..., vamos... que lo disfrutes.
ResponderEliminarSeguiré tu blog, (al igual que sigo todo lo que hacen mis sobris), por si me animo ahora que dispongo de un trocito de terraza cerca del cielo.
Besos.
Paola! Me alegro que te animes a hacerlo...intentaré que no se me muera nada para no decepcionaros.
ResponderEliminarChurriflo: aprovecha tu terraza o lo haré yo cuando vaya a Ayora.